DINÁMICA ESPIRAL: Capítulo 1
por Don Beck y Chris Cowan
© Copyright 1996, Don Beck and Chris Cowan
Derechos reservados
TIEMPOS DIFERENTES PRODUCEN MENTES DIFERENTES
Podemos calificar los tiempos actuales de caóticos y turbulentos pero difícilmente podemos considerarlos locos. Hay coherencia tanto en la razón como en la sinrazón, el orden acecha tras el caos y un caos aún más profundo acecha tras el orden. Aquellos que tengan ojos para ver, oídos para oír y Espirales en la mente para entender descansarán más tranquilos sabiendo que, después de todo, el cielo no va a caer sobre sus cabezas. Estos "magos" no viven en "Planilandia", el país bidimensional de Edwin Abbot, ni su pensamiento tampoco está atrapado en ciclos repetitivos. Valores, complejidad y cambio tienen nuevos significados en el espacio Espiral, el mejor lugar para vivir y dirigir negocios en el siglo XXI.
Los humanos de finales del siglo XX estamos atrapados en una tormenta de valores en conflicto. Estallidos étnicos, crisis diarias e incertidumbres ecológicas ensombrecen el futuro. A modo de frentes meteorológicos, las fuerzas políticas, tecnológicas y económicas lanzan tormentas y tornados sobre el mercado global. La mayoría de los ejecutivos, como si fueran pilotos aéreos usando tecnología obsoleta, han sido atrapados por sorpresa en una corriente descendente. Ni nuestros gurús ni nuestros analistas sociales nos habían preparado para estas turbulencias. Nadie nos había ayudado a calibrar el altímetro ni a ajustar nuestra brújula, ni mucho menos a equiparnos con los medios para retomar el control.
Los capitanes de los sectores público y privado están reestructurando, reduciendo, reorganizando y jugando a alcanzar la curva del cambio sólo para poner las cosas aún peor. Hay bloqueos por todas partes. A muchos niveles estamos volando a través de tormentas turbulentas de una severidad y complejidad ni siquiera previstas en nuestras simulaciones. ¿Por qué?
Por un lado estamos entrando en un periodo de histeria milenarista. En el siglo X –cierre de la última fase de mil años del calendario gregoriano- Europa occidental se sumió en una gran confusión. El pánico atenazó a la comunidad cristiana pues muchos creían que el año 1000 DC supondría el fin del mundo a manos de alguna deidad colérica.
Incluso los cambios de siglo agitan a las sociedades. Los franceses tienen el término fin de siècle para aquellos periodos alocados en los que místicos, adivinos y profetas lanzan sus predicciones de fin de época. Por ello no es de extrañar que David Koresh y sus davidianos de Waco, Texas, atrajeran tanta atención en 1993 con sus creencias apocalípticas. De la misma forma no debería sorprendernos ver a tantos ejecutivos, ávidos de gurús, que se agarran desesperadamente al sabor-del-mes de turno del menú reorganizacional.
No obstante, esta enfermedad cíclica no infecta solamente a los hombres de negocios o a los eurocéntricos, se extiende por todo el planeta. No importa qué calendario se use, el mundo de hoy es más caótico, más complejo y más sujeto a las crisis de lo que creemos. Ya vista uno traje, sotana, uniforme militar o vaqueros le toca vivir la maldición china de estos interesantísimos tiempos.
Por otro lado, sistemas de creencias fundamentales y bien asentados se han desequilibrado poniendo todo en cuestión. En el pasado estábamos aislados por la distancia física y las comunicaciones a base de señales de humo. Ahora tenemos demasiada información y demasiado pronto. Cuando se produce una perturbación en algún lugar esta reverbera globalmente en cuestión de minutos. A modo de placas tectónicas a la deriva, varios sistemas de pensamiento –o paradigmas si se prefiere- están colisionando entre sí. Estos roces profundos se manifiestan en forma de grandes erupciones en la superficie. Las ondas de choque conmueven áreas culturales enteras, redibujan fronteras nacionales, redefinen mercados, y reescriben escenarios futuristas. Los terremotos reverberan en cuestiones geopolíticas, relaciones de raza, conflictos étnicos, cismas religiosos, relaciones de género, educación, negocios, medio ambiente, justicia criminal, y las eternas cuestiones acerca de la moral y de lo que es correcto.
En tercer lugar, habitamos un mundo políglota y diverso pero aún no interdependiente. Todas las formas de vida humana estratificadas, desde las sociedades tribales hasta las informatizadas, están en disputa diaria por nichos vitales y recursos. El final del mundo bipolar dominado por las superpotencias ha supuesto el resurgir de viejas actitudes, intrusos sorprendentes provenientes de la oscura y violenta historia de nuestra raza. Al mismo tiempo han aparecido nuevas formas de concebir la vida en la Tierra. Estamos regresando al futuro y avanzando hacia el pasado topándonos con todos los santos y villanos de la Historia en un tiempo brevísimo.
Las complicaciones de esta diversidad pueden ser abrumadoras. Viejas heridas étnicas vomitan fuego mientras empresas multinacionales dirigen sus negocios vía satélite inconscientes del pasado feudal que queda allí abajo. Virtualmente cualquier causa social, ambiental o espiritual, con poco que se utilicen las relaciones públicas, puede ponerse en primer plano de atención en la televisión global. Todas las personas, cualquier que sea su nivel de desarrollo –desde indígenas de culturas pre-literarias, habitantes de islas remotas o terroristas que abrazan algún tipo de fe fundamentalista, pasando por los ciberexpertos que se deslizan por las autopistas de la información- en el momento en que son el centro de atención se muestran esencialmente de la misma forma. Es como si todas las visiones del mundo que alguna vez han sido volvieran para reclamar su sitio bajo el sol y su trozo de la tarta.
Finalmente, nuestras ciencias y tecnologías en expansión han convertido a toda esa buena gente en habitantes de la aldea global. Nadie se puede esconder. La CNN de Ted Turner y los Boeing 7X7 han colapsado el tiempo y la distancia. Internet, la telaraña mundial, concentra el conocimiento. Lo que ocurre en cualquier punto es conocido instantáneamente en todas partes. Tanto las buenas noticias como las malas, con las que tanto se obsesionan los tiburones de los medios de comunicación, se expanden con el viento. Ideas volátiles corren como el fuego en una pradera, ardiendo sobre instituciones estables fragmentándolas.
Si un "psicógrafo" pudiera registrar en una escala tipo Richter los convulsiones sociales ¿qué grado de terremotos humanos estaríamos experimentando actualmente? ¿4,5; 5,7; 7;2?. ¿Incluso peor?. Imagínense algunas consecuencias...
Las grandes ideas se forjan en tiempos caóticos
Parece que estamos en un punto de inflexión, un desplazamiento psico-tectónico de profundo significado. En el número de abril de 1974 de The Futurist, Clare W.Graves advertía que la humanidad se estaba preparando para un "salto trascendental" y deberíamos estar alerta. Su cuarto de siglo de investigación había revelado cambios pendientes en la naturaleza humana que estaban a punto de impactar en la cultura americana y en el mundo hasta la médula.
Este fenómeno de cambio profundo no es único. La historia humana está llena de intervalos de turbulencia y diáspora. A veces, regresos y leves ajustes del statu quo restablecen el equilibrio, pero ocasionalmente estalla un gran caos que desencadena cambios históricos de gran magnitud. Este parece ser uno de esos momentos.
Los analistas sociales Heidi y Alvin Toffler advierten que... "el mapa del viejo mundo está obsoleto –estamos sufriendo la reorganización más profunda del poder mundial desde el nacimiento de la civilización industrial." (New York Times, 31 de octubre de 1993, Pág. E-17).
¿Qué implicaciones tiene todo esto? En primer lugar, necesitamos la flexibilidad suficiente como para tratar con clanes, tribus, imperios, ideologías, empresas, comunidades humanas y reductos de águilas solitarias que existen por todo el planeta. Es imperativo trabajar de forma constructiva con grupos desde el primero al cuarto mundo, desde los ricos hasta los desheredados y desde los poderosos hasta los marginados. No es posible negar por más tiempo los impactos a largo plazo de nuestras tecnologías ni los costes de nuestro "éxito", ni eludir las responsabilidades de nuestro potencial.
En segundo lugar, debemos ir a ese núcleo de la naturaleza humana que es la causa de tanto caos. En los tiempos antiguos en los que la armonía era esencial para sobrevivir parece que podíamos solucionar los conflictos con un compromiso o con un edicto del jefe. Cuando sólo podíamos recurrir a los arcos y las flechas hasta las peores decisiones tenían sólo un significado local y limitado. Las disputas de hoy tienen implicaciones intercontinentales. Todo el mundo sufre el impacto, le guste o no. Algo en nosotros –no sólo nuestras herramientas- se ha vuelto más desordenado pero enormemente más poderoso.
El efecto Humpty Dumpty
Los tiempos tan complicados que estamos viviendo están tensando nuestra capacidad para autogestionarnos; a veces la Tierra parece oscilar fuera de control. Hemos topado con el efecto "Humpty Dumpty". Como se describe en la familiar rima colegial: Tronaba Humpty Dumpty desde su alto muro; mas cayóse un día, ¡y sufrió un gran apuro!. En la versión de Lewis Carroll se rompe incluso en múltiples fragmentos. Esto ya es una desgracia; pero hay noticias peores aún. Todos los caballos del Rey, todos los hombres del Rey, –¡maximización de recursos!- ¡ya nunca más pudieron a Humpty Dumpty sobre su alto muro tronando ponerle otra vez!. Hacerlo lo mejor posible no es bastante. No hay cola suficientemente fuerte como para reconstruirlo de nuevo. Los esfuerzos de los consultores más prestigiosos y los intelectuales más respetados son inadecuados. La entropía vence.
Hay signos evidentes de una inminente situación "Humpty Dumpty". Un catálogo de remedios al minuto, paquetes de formación al sabor-del-mes, y charlatanes que venden el linimento cúralotodo salen a escena. Las regresiones al pasado a gran escala, los viajes nostálgicos a la historia corporativa y los enfoques de gestión del tipo "dame la religión de los viejos tiempos..." se vuelven populares. Debates sobre las "Verdades" en conflicto obligan a todo el mundo a trazar rayas en la arena de la moral y a defender sus territorios. Las voces estridentes sustituyen a las calmadas. Los intransigentes reclaman curas simplistas y estrechas. Las modas toman posición haciendo que todo el mundo se apresure a copiar lo que hacen otros, sin consideraciones de precio o evidencias de eficacia. Entonces vienen los bloqueos y los impasses. Los alpinistas de la escala corporativa desembocan en vías muertas. El estrés aumenta mientras la confianza se hunde. La mentalidad del "sálvese quien pueda" se apodera de individuos, departamentos y del Titanic corporativo en pleno. La desesperanza del efecto "Humpty Dumpty" conmociona al mundo.
¿Por qué Humpty Dumpty falló al prever el problema? ¿por qué su experiencia, sus teorías académicas y su formación le fallaron de tal manera? ¿era tan arrogante que se creía insumergible? ¿por qué las predicciones y los pronósticos fallaron a la hora de advertirle de este peligro inminente, incluso aunque sus colegas habían visto de cerca las advertencias? ¿temían los mensajeros dar malas noticias? ¿impidieron los guardianes del statu quo que el mensaje llegara a lo alto del muro? ¿pueden incluso haber disfrutado con su caída?
Sin duda al pobre Sr. Dumpty le habría gustado saber algo más. Los ejecutivos de empresas y otros en puestos de liderazgo alrededor del mundo sienten que han perdido el equilibrio sin saber por qué. Mientras contemplan el panorama desde lo alto del muro, Humpty Dumpty parece haberse desparramado por todas partes- en las suites corporativas, en los centros financieros en las torres de marfil académicas y "think tanks", en gobiernos, ayuntamientos, iglesias, catedrales, mezquitas y sinagogas, en la ONU y en el parlamento de Canadá, en las naciones "democráticas" y en las dictaduras.
Estamos ante un serio riesgo a corto plazo porque somos prisioneros de nuestros propios paradigmas. Nuestros éxitos, igual que el arnés de Humpty Dumpty, nos han abrumado. Pensábamos que nuestro mundo podía seguir siempre en la misma dirección. Creíamos estar seguros dirigiendo el cambio de allí abajo desde nuestra posición de superioridad en lo alto del muro. Qué poco sabíamos, cuán limitada y distorsionada se había vuelto nuestra visión y cuántas cosas no veíamos por culpa de nuestro muro.
Distorsiones en el país de los ciclos
En su libro, Ciclos, Samuel A. Schreiner, Jr., invita al lector a descubrir el país de los ciclos, sosteniendo que "los ciclos funcionan en todas partes y en todas las cosas. Es más que posible que el estudio de los ciclos revele el tan buscado principio unificador que permita al hombre entender cómo funciona realmente el Universo" (Pág. 2).
Las oscilaciones del péndulo y las curvas en "S" explican muchas cosas: desde los ciclos de vida (nacimiento, crecimiento, madurez, declive y muerte) hasta los desplazamientos de largo alcance estacionales, cósmicos, económicos, poblacionales y generacionales. La industria del petróleo los usa constantemente para seguir sus mercados. Pero incluso estos patrones pueden ser ilusorios y decepcionantes, especialmente si uno cree que el péndulo siempre retorna, si espera el tiempo suficiente, al mismo lugar. Si quedamos atrapados en los ritmos adelante y atrás, arriba y abajo del país de los ciclos, perdemos la unicidad, el cambio cuántico y los flujos evolutivos.
Arthur Schlessinger, Jr., el notable historiador americano, sostuvo durante años que el ciclo pendular medio de liberales a conservadores y viceversa ocurre cada 30 años. Se vio forzado a retroceder a la luz de la abrumadora victoria republicana en noviembre de 1994. Hubo sólo un periodo de dos años entre ese desplazamiento y la victoria del más liberal Bill Clinton en 1992. Si nos olvidamos de los ciclos fiables de 30 años entenderemos las Espirales.
Los grandes despertares se inician en el pasado, por tanto interfieren con el predecible arco del péndulo. Ray Grenier y George Metes observan en Enterprise Networking: Working Together Apart que "…en el pasado éramos capaces de trabajar y gestionar el cambio porque podíamos predecir los ciclos. Los ciclos son oscuros, mutantes o discontinuos. Los cambios evolutivos obvian la tendencia planificada." (Pág. 34). Rompen ciclos e introducen nuevas dimensiones.
Estas noticias son desconcertantes para la gente que sólo estructura los problemas según las soluciones que sabe manejar. Esto incluye a los que se basan en las predecibles oscilaciones del péndulo adelante y atrás. El efecto Humpty Dumpty es devastador para el orden establecido, pero esencial para dar el siguiente paso.
Tiempos diferentes producen mentes diferentes
Tiempos diferentes nos obligan a pensar de forma diferente. Los primeros voceros del cambio son habitualmente profetas como los del Antiguo Testamento que surgen con gritos de alarma, lanzando negros presagios, predicando penitencia y amenazas de lluvias de azufre y fuego. Los siguientes son los visionarios de esperanzas mesiánicas y sueños que apuntan hacia el próximo Nirvana. Se ofrecen a conducirnos a la dulzura, a la salvación, a la bendición –aunque normalmente a cambio de un módico precio. Entonces aparecen los guías más pragmáticos sin tanta fanfarria ni tanta hubris para conducirnos a través del caos y la confusión y organizar la tarea de plantar las semillas de los nuevos tiempos.
Es propio de nuestra naturaleza el resolver los problemas para, acto seguido, crear otros nuevos. A los humanos les encanta embarcarse en búsquedas de uno u otro tipo. La larga lista incluye: el Santo Grial, la ciudad perdida de la Atlántida, el Mesías, la Paz, Shangri-La, el Campo Unificado, la Auto-Realización, el Nirvana, la Vida Eterna, la Rama de Oro y el bretón elegido que arranque la espada Excálibur incrustada en la roca.
Hoy empieza un nuevo capítulo de la saga interminable en la que rompemos otra roca y desentrañamos la naturaleza del pensamiento humano. Con esta traducción a modo de piedra de Rosetta, gente brillante – gente corriente- puede avanzar las respuestas para las paradojas y problemas que van a plantearse en el curso de los próximos años. Surgirán magos de muchos tipos, pero... ¿qué mensaje leerán impreso en esta tabla? ¿qué lenguajes psicológicos hablan los humanos? ¿por qué ha habido tantos mundos diferentes en la Tierra?.
La evidencia histórica es clara: nuevos tiempos producen nuevas formas de pensar.
Desde nuestros primeros pasos erguidos como Homo Sapiens hemos ido de un despertar a otro, convirtiéndonos en seres ligeramente diferentes en cada uno. Nuevos tiempos producen nuevas formas de pensar y surge una nueva teoría para cada cosa, la historia se revisa, las prioridades y valores se reordenan y la gente se maravilla de no haber visto todo ello antes con tanta claridad.
Las visones cambiantes de Tom Peters y los Toffler
Pocos gurús de los negocios han sido tan celebrados en la última década como Tom Peters, ex consultor de McKinsey & Company, autor, columnista y personaje de televisión. Inicialmente creó su nombre y su fama en 1982 predicando la virtud "en busca de la excelencia" y el GDA, "gestionar deambulando alrededor". Una década después parecía desdecirse un poco, decidiendo que todo el tema de la "excelencia" era "sobre ideas extravagantes" y las compañías que seleccionó como "excelentes" no lo eran tanto después de todo. Sólo hicieron algunas cosas "excelentes" (¿esas cosas eran también extravagantes?).
En el Wall Street Journal de 31 de diciembre de l992 (Pág. A5), Jack Falvey publicó una crítica de su libro, Liberation Management (1992), opinando de forma no muy favorable. Eligió glosar así al Sr. Peters:
"Mi objetivo en este capítulo final sobre mercados e innovación es confundirles, no ayudarles a entender las cosas. Creo que, en estos tiempos turbulentos, aquel que no está confuso de alguna manera no tiene ninguna posibilidad de éxito."
Hay que reconocer que Tom Peters fue suficientemente sincero como para sugerir que no tenia ni idea de qué estaba pasando realmente. Aparentemente, como él admite, tampoco lo sabía en 1982, pero como tantos de nosotros que hemos hecho cosas extravagantes en el pasado él no estaba siendo deshonesto. Estaba haciéndolo lo mejor que sabía. Informó de lo que vio y entendió. No podía saber lo que no podía, y lo sabía.
Si examina cuidadosamente los seis libros de Tom Peters (y debería hacerlo), comprobará que han producido un caso digno de estudio para Dinámica Espiral. Obtendrá una clave sobre lo que estamos sugiriendo. Compruebe los cambios que ha habido desde "En busca de la excelencia" (con Robert H. Waterman, Jr.) y "Pasión por la excelencia" (con Nancy Austin) hasta "Triunfar en el caos" y de ahí a "Gestión para la liberación". No podría haber escrito estos libros en una secuencia diferente. En efecto, se percibe nítidamente que hay algún tipo de patrón que evoluciona. Parece que Peters empieza a reconocer esto en su compendio de pensamientos interesantes de 1994, "El seminario de Tom Peters". Concluye que ya que los "tiempos locos producen organizaciones locas" lo que hace falta son perspectivas novedosas para abordar las cuestiones corporativas.
Como descubrirá en breve, lo que Peters (irónicamente) ahora llama "...bastante raro", es simplemente el siguiente escalón de desarrollo en la Espiral de los sistemas de pensamiento. También llegará a la conclusión de que los principios que Peters (y Peter Senge, Edwards Deming y otros muchos) defendían nunca eran LA solución, sino UN conjunto de soluciones basado en una región determinada dentro del espectro posible de formas organizacionales.
La popular trilogía de Alvin y Heidi Toffler –"El shock del futuro", "La tercera ola" y "El cambio del poder"- revelan también un patrón de cambio. Pero incluso su libro de 1993 "Guerra y anti guerra. Supervivencia en el amanecer del siglo XXI", aun no revela las fuerzas profundas que rigen las grandes transformaciones. Aunque la descripción de los síntomas hace entretenida la lectura dejan sin responder la pregunta: ¿por qué ocurren tales cambios?
Tom Peters y los Toffler no son los únicos que evitan responder a esta difícil cuestión. Se observa cómo también se evade en las últimas "revistas de moda" que encontramos en las estanterías de los aeropuertos o en las salas de espera para ejecutivos, sus prometedoras portadas apuntan a cualquiera que quiera conocer lo último en ventaja competitiva, ideas punteras, y los perfiles de personajes que han conseguido el éxito. Las selecciones más inspiradas ofrecen caminos de crecimiento, realización, paz de mente, familias sanas y vidas armoniosas en medio del estrés de un mundo incierto.
Todos se hacen la pregunta: ¿Por qué? Es como si nos hubieran bendecido con las elegantes teselas del mosaico pero no tenemos el diseño. Hay montones de ideas, perspectivas parciales y aportaciones inteligentes pero falta el artista con su plan para convertir todo el lote en un cuadro elegante, integrado y falta la argamasa para mantenerlo todo unido.
¿Cómo pueden ensamblarse las piezas? ¿qué hay en nuestro ADN, en el modo en que el cerebro origina la mente que produce esas nuevas perspectivas y pensamientos?. Algo invisible, intangible pero poderoso dirige estos cambios y estas secuencias de transformación. ¿Qué es?, ¿una fuerza poderosa? ¿un patrón científico?, ¿un espíritu místico?, ¿una ley cósmica?, ¿pura casualidad?, ¿el dado de Dios después de todo?.
El maravilloso mundo de las espirales
"Existe una teoría según la cual la historia se mueve en ciclos. Pero, como una escalera espiral, cuando el curso de los eventos humanos cierra el círculo continúa en un nuevo nivel. El ciclo del péndulo de los cambios culturales no repite simplemente los mismos eventos una y otra vez. Sea o no cierta la teoría sirve como metáfora para dirigir nuestra atención. El tema del libro [¡y de Dinámica Espiral también!] representa ese ciclo espiral: el caos da paso al orden que, por su parte, origina nuevas formas de caos."
Stewart, Ian, ¿Juega Dios a los dados? La nueva matemática del caos, Basil Blackwell, Cambridge (MA) 1989.
Observe la elocuencia de la espiral. Considere su integridad interna, su elegante arquitectura. Todo conecta con todo. Con el ojo de su mente, dibuje la belleza de una concha de mar, con el oído de su mente, escuche su rugir. Ahora imagine la mesa de un banquete del día de acción de gracias. El mítico cuerno de la abundancia derrama de su cornucopia espiral la abundancia de la cosecha. Después, piense en el cielo. Observe el cosmos e imagine el lugar que ocupa la Tierra en él, un punto giratorio más que sigue a otros miles de millones similares en la Vía Láctea, ella misma también un glóbulo giratorio entre otros miles de millones.
Existen espirales desde el mundo subatómico hasta los reinos interestelares, es como un fractal universal. Dentro del núcleo celular están las largas cintas espirales de ADN en las que descansa el código genético de la vida. En el extremo opuesto, lejanas galaxias espirales nos envían saludos desde el pasado. Las espirales están vivas, son mágicas, poderosas y multidimensionales. Pueden ser tan temibles y destructivas como un tornado o seductoras y recurrentes como un remolino. Quien las ignora lo hace por su cuenta y riesgo.
Ralph Waldo Emerson describió la vida en una escalera espiral: "despertamos y nos encontramos en una escalera, hay escaleras por debajo de nosotros por las que parece que hemos ascendido, hay escaleras por encima que se pierden de vista." La espiral de la vida es expansiva, sin fin, continua y dinámica. Todos sus giros están vivos al mismo tiempo. Incluso hay una inteligencia interna que los dibuja todos juntos en una estructura jerárquica: las curvas de la vida.
Llega el pensamiento: Dinámica Espiral
Este libro trata de las fuerzas internas de las espirales humanas que giran a través de las mentes individuales, conducen a las organizaciones a nuevos horizontes, y empujan a las sociedades a evolucionar a través de sucesivas capas de complejidad. Trata también acerca de un cuerpo de conocimiento que aúna todo lo que había antes en cuestión de liderazgo, gestión y diseño organizacional. Finalmente, trata de las Mujeres, los Hombres y los Caballos del Rey de la próxima era. Llegan justo a tiempo, como la caballería en una película del viejo Oeste. Podemos llamarles los Magos de la Espiral.
Su tarea es muy importante. De nuevo en Enterprise Networking, Grenier y Metes concluyen que…
"Para prevalecer en este nuevo ambiente –este remolino de complejidad- debemos apuntar más allá de la raya. No podemos sólo apuntar la tendencia, enmarcar el problema en los términos que nos resulten familiares y diseñar así la solución. Así nunca seremos capaces de reaccionar al siguiente nivel de complejidad para el que se nos requerirá."
Los problemas que se nos avecinan en la transición al siglo XXI sólo pueden resolverse con las soluciones que ellos mismos crean. Los patrones se repiten a sí mismos: nuevos tiempos demandan nuevas formas de pensamiento. Sólo que esta vez las "nuevas formas de pensamiento" deben ser más que un próximo paso en la escalera de Emerson. Debe avanzarse "mucho más allá de la raya." Cuando Vaçlav Havel, Presidente de la República Checa, aceptó la Medalla de la Libertad de Filadelfia en el Salón de la Independencia el 4 de julio de 1994 resaltó:
"Hay buenas razones para sugerir que la edad moderna ha terminado. Muchas cosas indican que estamos en un periodo de transición en el que parece que algo está surgiendo y algo más está siendo parido con dolor: Es como si algo se estuviera derrumbando, decayendo y consumiéndose, mientras otra cosa aún no bien definida estuviera surgiendo de los escombros."
La construcción de la Dinámica Espiral
Cada vez que experimentamos los Nuevos Tiempos, la nueva secuencia de pensamiento, se desarrolla una visión controvertida y revolucionaria de la naturaleza humana. La síntesis de ideas, perspectivas y teorías resultante conduce a un estimulante reajuste del concepto de lo que significa ser humano.
Estamos ahora en la séptima expresión de las secuencias de tiempo/formas-de-pensamiento. Se reanuda la búsqueda de los mecanismos centrales que forman la naturaleza humana, pero esta ocasión va a ser revolucionaria. Creemos que el conocimiento y las perspectivas cruciales para descubrirla existen ya en las contribuciones de dos grandes del pensamiento. El primero es el esquema expansivo de los Niveles de la Existencia Humana desarrollado por Clare W. Graves, antiguo profesor emérito de psicología en el Union College de Nueva York. El segundo es el concepto de "memes" introducido por el biólogo británico Richard Dawkins y amplificado más tarde por el psicólogo Mihaly Csikszentmihali. Juntos combinan las lecciones de la biología molecular y de la neurociencia con la investigación psicológica más tradicional.
El guía en el Mohawk
Nuestro amigo y mentor Clare W. Graves, vivió y trabajó en el alto valle del Hudson, a sólo unas millas del histórico río Mohawk y el canal del Erie. Graves fue un profesor de psicología relativamente anónimo en los años posteriores a la II Guerra Mundial. Como suele ocurrir, la energía de los tiempos de guerra y la euforia de la posguerra sirvió de campo de cultivo a pensamientos visionarios y a atrevidos logros del conocimiento humano. Ese fue el caso de Graves. En vez de retomar las viejas construcciones psicológicas o participar en el debate de turno entre teorías en conflicto, decidió empezar desde cero buscando las razones existentes detrás de las visiones cambiantes de la naturaleza humana.
Graves buscó llegar al núcleo de la cuestión y explorar por qué la gente es distinta, por qué algunos cambian pero otros no y cómo navegar mejor a través de las emergentes y a veces caóticas versiones de la existencia humana. Según él dice:
"Brevemente, lo que propongo es que la psicología del ser humano maduro es un proceso espiral, emergente y oscilante en continuo despliegue marcado por una progresiva subordinación de comportamientos más antiguos y de orden inferior a otros más nuevos y de orden superior, conforme van cambiando los problemas existenciales del hombre."
En otras palabras, el pensamiento humano va evolucionando en paquetes reconocibles al tiempo que el mundo alrededor se va volviendo más complicado e intentamos ponernos a su altura. Además estamos alterando constantemente nuestro mundo porque somos inteligentes. Graves fue uno de los primeros psicólogos que entendieron que vivimos, actuamos, tomamos decisiones, y sufrimos el cambio a través de sistemas complejos. Sus dibujos informales e ilustraciones resultarán familiares a cualquier estudiante serio de física cuántica, sistemas generales y teoría del caos.
La orientación de Graves fue la de integrar lo "bio", lo "psico" y lo "socio" uniendo el conocimiento humano y rompiendo los muros de la academia que separaban disciplinas y campos. En una fecha tan temprana como 1973 ya apuntaba la importancia crítica de la investigación mente-cerebro centrándose en cómo las estructuras neurológicas y las redes dan forma a la mente y cómo esta es activada por determinados agentes químicos y por las condiciones de vida. Tales especulaciones llegaban a ser herejías en los años dorados de la visión humanista que desembocaron luego en la corrección política y en la ortodoxia igualitaria de hoy, pero Graves mantuvo el paso.
Él habría resumido su punto de vista en los siguientes términos:
Un vórtice espiral es la figura que mejor refleja la emergencia de los sistemas humanos evolucionando a través de niveles de complejidad creciente. Cada giro ascendente de la Espiral marca el despertar de una versión más elaborada sobre la que ya existe en un momento dado. La Espiral humana consiste, por tanto, en una cadena enrollada de sistemas de valores, visiones del mundo, y actitudes que son cada una producto de su tiempo y condiciones.
Clare Graves fue un hombre adelantado a su tiempo. A finales de los 70 la revista MacLean’s de Canadá se refería a sus conceptos como la "teoría que lo explica todo." Aunque él podría encogerse de hombros ante tal afirmación su trabajo es realmente extenso y elegante, un proceso comprehensivo de pensamiento, paquetes de sistemas, y estrategias de acción cuyo momento aún no había llegado hace dos décadas.
Pero el tiempo es capaz de cribar el trigo de la paja en materia de ideas. Las construcciones de mayor poder explicativo y mejor aplicación práctica tienden a prevalecer. Sólo ahora, una década después de su muerte las contribuciones de Graves están siendo ampliamente conocidas y reconocidas. La investigación contemporánea ha desarrollado y validado, más que refutado, la teoría de la emergencia, cambio y transformación humanos que él propuso. Una vez que usted comience a pensar en términos Gravesianos encontrará que este punto de vista tiene el poder y la precisión de operar con personas y fuerzas sociales de todo tipo, desde hostiles señores de la guerra y virulentos "ismos", hasta agencias de ayuda que tratan con víctimas y fuerzas de paz aturdidas por la confusión del conflicto.
Los mismos principios de la Dinámica Espiral se pueden aplicar a una persona, a una organización o a una sociedad entera. Al describir la naturaleza humana en sentido universal más que a través de tipos de personalidad o rasgos raciales, de género o étnicos, el modelo provee un lenguaje común para gestionar problemas locales y globales. Ofrece un marco unificado que hace posible un pensamiento y acciones genuinamente holísticos.
Graves estaba implicado en una investigación como científico social, una gran proporción de su trabajo se dirigía realmente al sector de negocios. Su artículo "El deterioro de los estándares de trabajo" apareció en la Harvard Business Review de Noviembre de 1967. No sólo predijo la erosión de la productividad americana, sino que puso los cimientos para el interés actual en la calidad total y la reingeniería. Como descubrirá, el sistema conceptual de Graves provee los componentes del factor humano que los seguidores de Edwards Demming han estado buscando y que muchos otros ni siquiera se han apercibido aún de su falta. Su modelo ofrece la cartografía necesaria para transformar una compañía o una cultura para hacerla saludable y receptiva a la introducción de tecnologías complejas y al cambio rápido.
GENES Y MEMES: corredores en el circuito del ADN
En The Evolving Self (HarperCollins, l993), Mihaly Csikszentmihalyi utiliza la expresión "memes" en contraste con genes para identificar los orígenes del comportamiento humano en oposición a las características físicas.
El término es sí mismo fue introducido hace unos años por Richard Dawkins que abrevió la raíz griega "mimeme". Tanto él mismo como otros lo han utilizado para describir la unidad de información cultural, que puede ser una ideología política, una tendencia de moda, un uso del lenguaje, una forma musical o un estilo arquitectónico. En el número de marzo de 1994 de la revista Wired, John Perry Barlow afirmaba que la idea de Dawkins implica… "patrones de información auto-replicables que se propagan a través de las ecologías de la mente, un patrón de reproducción muy parecido al de las formas de vida… Se auto-reproducen, interactúan con el entorno y se adaptan a él, mutan, persisten. Evolucionan para ocupar los nichos vacíos de sus entornos locales, que son, en este caso los sistemas de creencias circundantes y las culturas de sus portadores: principalmente, nosotros."
Por tanto, lo que los genes bioquímicos son al ADN, lo son los memes a nuestro ADN psicocultural. Los genes son las unidades de información de nuestra naturaleza física derivados de las aportaciones genéticas de mamá y papá y de las propiedades heredadas de nuestra especie. Los memes nacen, según Csikszentimihalyi, "cuando el sistema nervioso humano reacciona a una experiencia." (Evolving Self, Pág. 120). Son unidades de información en nuestra conciencia colectiva y transportan sus visiones a través de nuestras mentes.
Un meme contiene instrucciones de comportamiento que pasan de una generación a otra, artefactos sociales y símbolos cargados de valores que cohesionan los sistemas sociales. Como si fuera un virus intelectual, un meme se reproduce a sí mismo a través de conceptos tales como estilos de vestir, tendencias del lenguaje, normas culturales populares, diseños arquitectónicos, formas de arte, expresiones religiosas, movimientos sociales, modelos económicos y principios morales que regulan cómo se debe vivir.
Los memes actúan como partículas. La Dinámica Espiral propone la existencia de otro tipo de meta-memes similares a grandes olas: los sistemas o memes de valores. Estos memes de valores son principios organizadores que funcionan como atractores para esos memes ricos en contenidos que describen Dawkins y Csikszentimihalyi. Los grandes memes de valores son los aminoácidos de nuestro ADN psicosocial y funcionan como la fuerza magnética que une memes y otro tipo de ideas en paquetes cohesionados de pensamiento. Aunque se encuentran en cada mente humana, los memes de valores son tan vitales que se introducen en grupos enteros de personas y empiezan a estructurar sus actitudes por su cuenta. Los memes de valores establecen el ritmo y el proceso para aglutinar creencias. Estructuran el pensamiento, los sistemas de valores, las formas políticas y las visiones del mundo de civilizaciones enteras. Los memes de valores son los ejes de las culturas corporativas que determinan cómo y por qué se toman las decisiones. Nuestro perfil individual de memes de valores es el centro de nuestra personalidad y establece el tono de nuestras relaciones ya seamos excursionistas felices o almas sin descanso.
Mientras los genes evolucionan despacio, los sistemas de decisión formados por los memes de valores siempre están en movimiento. Los memes de valores pueden ser tan dominantes que parecen como arquetipos y son fácilmente malinterpretados como "tipos" de personas. Cuando hay varios en armonía, los memes de valores resuenan como las notas de un instrumento musical. En cualquier caso, memes de valores en conflicto pueden conducir a individuos problemáticos, familias disfuncionales, enfermedades corporativas, iglesias fracturadas, y civilizaciones en declive y caída. Debido a que están vivos, los memes de valores oscilan como las mareas, se intensifican y disminuyen como luces de un árbol de navidad conectadas a un regulador. Varios diferentes pueden alinearse en apoyo de una cuestión, idea o proyecto determinados porque comparten un mismo contenido de valores. En otras ocasiones, gentes con esquemas de toma de decisiones basados en los mismos memes de valores pueden discutir violentamente sobre los detalles de sus creencias y de lo que es "bueno", degenerando en guerras santas o (in)civiles.
Podemos tener genes tóxicos y peligrosos que predicen las enfermedades que tendremos en el futuro (cómo gestionar este conocimiento puede ser la cuestión más importante a la que se enfrenta la ética médica hoy en día). Podemos tener memes horribles que anidan entre nuestras actitudes, creencias y comportamientos. De la misma forma uno puede encontrar memes de valores inadecuados que han tomado el control de determinados individuos y organizaciones o culturas. Las fuerzas que nos permiten responder a nuevos problemas en el entorno pueden también bloquear una adaptación con éxito si los memes de valores no son sanos. Cualquier fuerza, llevada al extremo, se convierte en una debilidad. No hablemos de tantas grandes culturas que quedaron convertidas en meras notas a pie de página. Sus memes de valores se eclipsaron mucho antes que sus monumentos.
Los memes de valores codifican las instrucciones para nuestras visiones del mundo, las asunciones acerca del funcionamiento de las cosas y la lógica que hay detrás de las decisiones que tomamos. Para clarificarlo con una ilustración pensemos en el típico "yuppie" que todos hemos conocido: competitivo, frenético, autónomo y buscador de estatus. Expresa con toda intensidad lo que codificamos como meme de valores NARANJA. Normalmente atrae elementos tales como vestir un buen traje, conducir un coche de marca prestigiosa, ser visto en los lugares adecuados con una pareja o esposa bella y con clase, dar los pasos pertinentes para guiar su carrera profesional y buscar la autonomía al tiempo que el éxito material.
Mientras un meme de valores siga lanzando repetidamente sus mensajes el patrón continuará existiendo. Puede ser heredado por los hijos que lo adaptan a su propia música, a sus modas y a sus poses en el centro comercial. Los procesos de los memes de valores pueden ser dominantes en un vecindario y centrales en la política de una comunidad. Pueden disminuir, permanecer estables o intensificarse. El NARANJA es sólo uno de los ocho memes de valores principales de la Espiral.
Los memes de valores son como una forma de vida paralela. No somos muy conscientes de su poder porque sólo podemos inferir su existencia indirectamente mediante los patrones de comportamiento y artefactos que giran a su alrededor. Pero al igual que las bacterias intestinales que digieren la comida por nosotros, los memes de valores ayudan a nuestras mentes a descifrar el mundo. La Dinámica espiral describe cómo actúan en tres niveles distintos pero interrelacionados:
Estas son sólo algunas de las manifestaciones de los sistemas de valores centrales en acción. La Dinámica Espiral es un modelo del que cuelgan los surgimientos y las expresiones de los memes de valores. Este es el principio organizador que desvela el por qué del caos aparente y traduce nuestros lenguajes de valores. En vez de categorizar los comportamientos y clasificar a la gente –hay muchos otros modelos que hacen eso- la Dinámica Espiral guiará su búsqueda por los memes de valores invisibles y vivientes que circulan a gran profundidad en los sistemas humanos y laten en los centros de toma de decisiones de todos los corazones de personas, organizaciones y sociedades.
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